Se cumplen 20 años de uno de los fichajes que cambió el fútbol: el de Luis Figo por el Real Madrid. El portugués fue el as bajo la manga que aupó a la presidencia blanca a Florentino Pérez, por entonces un candidato que no tenía pelos en la lengua y que no dudaba en poner en cuestión el “proyecto” de Lorenzo Sanz, su rival en las urnas.
Ha cambiado mucho el talante del máximo mandatario madridista con el paso de los años. Tanto, que parece inimaginable que hoy en día pudiera llevar a cabo una estrategia tan agresiva como la que dos décadas atrás provocó la ira del FC Barcelona, el eterno rival blanco, y de sus aficionados, que evidentemente pasaron de tener al portugués en un pedestal a odiarlo hasta límites insospechados.
Florentino Pérez llegó a un preacuerdo con Figo, que buscaba una mejora de contrato por parte del Barça, por el cual el luso se convertiría en jugador del Real Madrid si el empresario ganaba las elecciones. El internacional, uno de los capitantes del Barça de entonces, no se cansó de decir a la prensa barcelonista que se quedaría en el Camp Nou pasase lo que pasase. Pero pasó que ganó Florentino y terminó, con cara de nada, siendo presentado con el ‘10’ como el fichaje de relumbrón que prometió Florentino durante la campaña electoral.
El Barcelona recibió por esa operación un total de 60 millones de euros, correspondientes a la cláusula de rescisión, que de la mano de Joan Gaspart gestionó de la peor manera posible. Una circunstancia muy similar a la que en 2017 se vivió en Can Barça tras la fuga, pago de cláusula mediante, de Neymar al PSG por 222 kilos. Ni Demélé (140) primero ni Coutinho (145) después, supieron llenar el vacío dejado por el tercero en discordia de la ‘MSN’.
De los 10.000 millones de pesetas que llenaron las arcas barcelonistas, Gaspart realizó una serie de incorporaciones que no cuajaron. El por entonces recién elegido presidente culé se encontró con un marrón de cuidado nada más aposentarse en su nuevo cargo. El objetivo: refuerzos que pudiesen hacer olvidar a Figo, que generaran ilusión y que completaran una plantilla a la que dirigió en primera instancia Lorenzo Serra Ferrer, hasta que los malos resultados dieron paso a Carles Rexach. Y no: no lo logró.
Realmente el francés llegó en el pack con Overmars, por el que el Barcelona desembolsó 8.000 millones de pesetas. Se puede decir, sin miedo a equivocarse, que el gran beneficiado del fichaje de Figo por el Real Madrid fue el Arsenal, que recibió pocos días después el 80% de esa transacción. Emmanuel Petit (27) ofreció un rendimiento lejos de las expectativas, generalmente altas por ser uno de los protagonistas del triunfo de Francia en el Mundial del 98 y por ser importante en Highbury. Pero ni estuvo ni se le esperaba en el Camp Nou, donde nunca se llegó a sentir cómodo. Comenzó siendo importante y teniendo minutos, pero poco a poco fue desapareciendo tanto de los onces como de las convocatorias hasta tener una participación residual, sin nada que hacer en un centro del campo formado por Guardiola, Cocu y Gabri. Al año siguiente, se marchó al Chelsea por 11,5M€.
Marc Overmars (Arsenal) 40M€
Fue el fichajazo de relumbrón que debía de hacer olvidar a Figo. Jugaba por el costado izquierdo, era ambidiestro y llegaba tras despuntar en el Arsenal. La idea principal del Barcelona era hacerse con Beckham, pero no hubo manera de sacarlo de Old Trafford. Por entonces, tanto el inglés como Figo eran seguramente las dos mejores piernas derechas del continente. Pero llegó el holandés, que pese a tener una temible punta de velocidad y colocar buenos centros, no veía puerta con excesiva facilidad. Todo ello, sumado a sus problemas físicos, sobre todo a partir de su segunda temporada, provocaron que su fichaje se recuerde como un desastre más. En Highbury jugó tres cursos, jugó 142 partidos y marcó 41 goles. En el Estadi, en cuatro ejercicios, 140 encuentros y 19 goles… con cero títulos a sus espaldas.
Gerard López (Valencia) 21,6M€
El regreso del hijo pródigo fue el primer gran fichaje de Gaspart antes de los arriba nombrados. Gerard López (21) volvía al Barcelona tras abandonar la cantera y previo pago de una suculenta cifra al Valencia. Floreció primero en el Alavés y la rompió en conjunto de Mestalla. Pero ese Barça por el que fichó estaba herido de guerra, en pleno proceso de reconstrucción y terminó decepcionando como en líneas generales, lo hizo toda la plantilla. Poco se pareció a ese jugador capaz de desequilibrar un encuentro, de aparecer de la nada desde atrás para marcar o que imponía miedo a las defensas. Una grave lesión, para más inri, le dejó en el dique seco demasiado tiempo. Años después, fue incluso cedido al Mónaco y terminó jugando a las órdenes de Rijkaard. Pero desde aquella lesión, ya nunca más volvió a ser esa promesa que levantaba Mendizorroza y que hizo soñar al Valencia en Champions.
Alfonso Pérez (Betis) 16,5M€
La ‘venganza’ del Barça por el ‘robo’ de Figo fue hacerse con uno de esos mirlos sin hueco en el primer equipo blanco y que hicieron carrera lejos de Chamartín. Alfonso Pérez (27), todo un referente del Betis, recogió el testigo del portugués y no dudó en llevar la camiseta con el dorsal ‘7’ que había caracterizado a su predecesor. Sus características botas blancas pasaron a mejor vida cuando vistió de azulgrana y con ellas se esfumó el talento, los goles y la magia que le habían caracterizado tanto en el Villamarín como con la Selección. Evidentemente, si está aquí es porque ni mucho menos cumplió las expectativas generadas y, lastrado por las lesiones, en un equipo cargado de dudas y en un segundísimo plano tras la llegada, un año después, de Saviola, terminó marchándose al Marsella con más pena que gloria. 17 partidos y 2 goles fueron sus discretos en el año ‘posFigo’.
Y así es como el Barça dilapidó 60 millones de euros. En un verano en el que el otro candidato a presidir el conjunto catalán, Lluís Bassat, negociaba con Zinedine Zidane. En el que el objeto de deseo era David Beckham. Y en el que finalmente fue un desastre tanto a nivel deportivo como institucional. Los refuerzos del verano siguiente (Saviola, Geovanni, Christanval, Rochemback, Coco…), así como los de la 02/03 (Riquelme, Mendieta, Enke, Sorín…) tampoco mejoraron un desaguisado al que sí logró poner punto y final Ronaldinho en la 03/04… sin un Gaspart que había dimitido y con Joan Laporta al mando.
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